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El 2008 fue el año de los conciertos multitudinarios. Juanes, Shakira, Alejandro Sanz y Miguel Bosé, acompañados de decenas de artistas que se sumaron a sus respectivas causas, encabezaron espectáculos gratuitos en distintas partes de Latinoamérica y hasta en Europa a los que acudieron en total más de medio millón de personas.

Juanes comenzó en marzo cantando por la paz en la frontera colombo-venezolana, sobre el puente Simón Bolívar, junto a media docena de artistas internacionales en un espectáculo que atrajo a unas 100.000 personas.

El astro colombiano ideó el espectáculo al día siguiente de arrancar su gira "La vida", en respuesta a una crisis diplomática surgida por la incursión de militares colombianos el 1 de marzo a Ecuador para matar a un jefe guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Dos meses después su compatriota Shakira y los españoles Sanz y Bosé organizaron "El concierto por los niños" de su Fundación ALAS (América Latina Solidaria), con espectáculos simultáneos en México y Buenos Aires de los que participaron Ricky Martin, Maná, David Bisbal, Mercedes Sosa, Gustavo Cerati, Paulina Rubio, Ricardo Montaner, Pedro Aznar y Wyclef Jean, entre otros, y a los que asistieron en conjunto unas 450.000 personas.

También en mayo Juanes y el líder de la banda U2, Bono, se reunieron en Japón para recordarle a los mandatarios de los países más desarrollados que deben cumplir su promesa de ayudar a los más pobres.

En julio, tras el espectacular rescate de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt y otros rehenes en manos de las FARC, Shakira y Vives cantaron por la paz en el coliseo José María Hernández de Leticia, con capacidad para 20.000 personas, donde la estrella barranquillera pidió a los rebeldes colombianos desmovilizarse y liberar a todos los secuestrados en su poder. Mientras Juanes y Bosé hacían lo propio en la Plaza Trocadero de París, al pie de la Torre Eiffel, ante miles de espectadores (no se confirmó cuántos) que incluyeron a la propia Betancourt.

Shakira, quien este año entre otras cosas se reunió además con los presidentes de Iberoamérica para exhortarlos a dedicar recursos al desarrollo infantil temprano, ha dicho que la idea del concierto era dejar el nombre de ALAS bien marcado en la mente del público y que en este sentido tuvo éxito. Además, en los días previos consiguió que el magnate mexicano Carlos Slim se comprometiera a destinar 200 millones de dólares a la causa.

Juanes, por su parte, dijo recientemente a la AP que lo que lo lleva a realizar este tipo de eventos masivos es su "preocupación e inconformismo" como ciudadano colombiano y que cree fervientemente "en el arte como medio de expresión para construir paz".

Pero ¿qué tan efectivos cree que sean estos conciertos como herramienta de concientización?

"Yo creo que son muy importantes", declaró Juanes. "Es importante que todos los gobernantes de alguna forma sepan que pedimos por la paz, que nos importa este tipo de (problemas) entre los pueblos. La capacidad de cautivar a personas puede ser corta, pero de todas formas sirve y por esa misma razón hay que insistir".

¿Y no siente que estos conciertos podrían perder su efectividad de ser tantos y tan seguidos?

"Digamos que esa es otra lectura que es muy válida también", reconoció el superastro. "Lo que pasa es que cada quien vive con tantos problemas en su vida personal que cuando le entras con un tema específico se sensibiliza, pero hay que insistir. Siempre que haya injusticia social hay que insistir. Puede que sea desagradable la insistencia pero hay que hacerla".

Y el público, ¿acude sólo por disfrutar gratuitamente de un buen espectáculo o realmente en apoyo a la causa?

"Yo diría que por ambas razones. En este caso el público va porque quiere ver a sus artistas en un concierto totalmente fuera de lo convencional, en una frontera entre dos países en conflicto, pero también por solidaridad. Acuden a un llamado que sienten tiene sentido. Las canciones nuestras jamás van a cambiar o solucionar un problema entre dos países, pero pueden ayudar, servir como excusa para unirnos".

El cantautor de éxitos como "A Dios le pido", "La camisa negra" y "Odio por amor" ha cosechado este año múltiples reconocimientos como músico y activista, incluyendo los cinco Latin Grammy que lo llevaron a romper el récord con un total de 17 y el Premio Humanitario de la Fundación para las Américas (Trust for the Americas) que recibió en Washington por su ayuda a víctimas de minas antipersonales en Colombia a través de su Fundación Mi Sangre.

"Juanes lo que hace es seguir una línea de conducta de honestidad personal y profesional y creo que eso es lo que le transmite al público", dijo a la AP Jesús López, director ejecutivo de Universal Music Latina, la disquera del colombiano. "Ha sido muy consecuente (con su labor altruista) durante su trayectoria artística ... y esa consecuencia le da honestidad y perseverancia".

Incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo de la revista TIME, Juanes creó la Fundación Mi Sangre hace tres años con el fin de ayudar a minimizar el impacto de las minas sobre las víctimas a través de programas educativos para su reintegración social y económica. Al recibir su premio humanitario en Washington el mes pasado indicó que la organización ya ha ayudado a unas 2.000 víctimas.

Shakira, quien ha vendido más de 50 millones de discos alrededor del mundo, incluidos "¿Dónde están los ladrones?", "Fijación oral, Vol. 1" y "Oral Fixation, Vol. 2", creó en 1997 la Fundación Pies Descalzos, que ofrece educación y alimentación gratuita a unos 5.000 estudiantes hasta el momento. Y en el 2006 ayudó a crear la Fundación ALAS, que busca establecer compromisos con organizaciones, empresarios y políticos para que trabajen en pro de los niños de la región.

También embajadora de buena voluntad para UNICEF, Shakira dijo este año a la AP que lanzará próximamenten la iniciativa Barefoot (Pies Descalzos en inglés), con la que planea llevara otras tierras el modelo de la organización caritativa que fundó en su tierra.

Juanes, para quien "la música definitivamente está primero" en su vida, explica que gracias a ella se fue sensibilizando con lo que pasaba a su alrededor y aprendió a "entender y sentir" los asuntos que aquejan a su país.

"La música me ha llevado por todos estos lugares y hoy en día una alimenta a la otra", añadió el colombiano, quien ha vendido 10 millones de discos. "(El activismo) es un complemento de vida por convicción, porque me nace y me gusta, independientemente de lo que pase con mi carrera".

Shakira, por su parte, dijo a la AP que se siente como "una abejita más tratando de hacer un trabajo constante en el panal".

Agregó que considera sus actividades filantrópicas una "obligación moral como ser humano y como figura pública".
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